Por: Benjamín Ustoa
“La democracia no es el peligro. La democracia es la oportunidad”, gritaba a todo pulmón Xavier Azúara la semana pasada porque Morena lo rechazaba como presidente del Congreso Federal. Además el panista los acusaba de “gandallas” y “acaparadores” por no respetar la democracia. Hoy en el PAN, el señor “congruencia hace exactamente lo mismo”.
Y si vamos a citar frases célebres que tal está: “Más pronto cae un hablador que un cojo”. Xavier Azúara sacrificó a uno de sus aliados incondicionales como lo es Ruben Guajardo para colocar a su pariente en el Consejo Nacional y a una de sus operadoras jurídicas incondicionales como es Lídia Argüello, para apoyar a la gris diputada federal, Josefina Salazar, fundadora del “Círculo Azul”.
Y es que hay que ser muy inocente para pensar que una urna electrónica podrá combatir, las amenazas y la compra de votos que ha puesto en práctica el “club de Toby azuarista”. Hay que ser muy inocente para creer que la militancia de todo el estado conoce a los parientes con apellido “Azúara” para votarlos más que a los verdaderos liderazgos del partido. Hay que ser muy inocentes para decir que el actual líder estatal trabaja de manera independiente, pues como se dijo desde el proceso de elección, no es más que un títere de quien hoy es el verdadero dueño del partido.
La forma de votación para el consejo nacional fue que cada delegado elegía dos aspirantes de un género y uno del otro, en dos combinaciones, es así como logra colocarse Josefina Salazar en la primera votación, pues la institución o línea fue votar por dos hombres y una mujer. La idea era dividir los votos solo entre Josefina y Lídia Argüello para dejar fuera a Sonia Mendoza. El mismo mecanismo fue aplicado para dejar fuera a Marco Gama, la línea era votar solo por los apellidos Azúara. No había otra forma de detener a los únicos panistas que quedan con experiencia ganadora en elecciones internas y externas. Sabían que la operación sacrificaría a sus incondicionales, pero borrar a los posibles adversario a la gubernatura es prioridad.
La operación casi les sale, Marco Gama por muy poco alcanzo el tercer espacio y Sonia Mendoza rasguñando llegó al cuarto y último espacio. Hay que entender que la línea es minimizar al máximo a quienes aspiren a la gubernatura. Ya lo vivió Xavier Nava cuando sus mismos regidores panistas (Azuaristas) se le voltearon hace un par de meses.
Más allá de criticar a un grupo panista que empieza a convertirse en camarilla, es claro que en esta ruta el PAN dejará de ser una alternativa para la ciudadanía, pues Xavier Azúara quiere convertirse en el futuro candidato a gobernador por el blanquiazul, pero el mecanismo de eliminar, a la mala, a los aspirantes que realmente tendrían posibilidades como: Xavier Nava, Marco Gama, Marcelo De los Santos y Sonia Mendoza, no dará resultados.
Los panistas históricamente han dado muestra de congruencia y dignidad. El sentido común dicta que tarde o temprano esa militancia inteligente y libre tendrá que despertar y resistirse a las imposiciones de la familia Azúara y sus amigos, solo ellos podrán cambiar la ruta al descalabro. Citando a Efrain Gonzales luna: “Quienes están cómodamente instalados en las estructuras creadas por ellos para beneficio de los menos, no se preocuparán por cambiarlas”.
El mensaje es claro, si Marco Gama y Sonia Mendoza lograron entrar al Consejo Estatal y Nacional, no todo está perdido, hay militancia que no está obedeciendo ciegamente las instrucciones de la dirigencia ¿Será que empiezan a despertar?
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