Mientras el Congreso del Estado anunciaba con entusiasmo su sesión solemne en Soledad, la realidad volvió a imponerse. La reunión se canceló por “ajustes en la agenda institucional”. Lo bueno que el alcalde Juan Manuel Navarro tenía otra cita con CONAGUA.
Así lo diputados baquetones, no pudieron ir a Soledad a tomarse la foto, porque propuestas nada más no traen en el morral. La descentralización legislativa tendrá que esperar… o la foto para el Face, será para después.
En otro frente, el secretario de Seguridad Pública, Jesús Juárez Hernández, encabezó la firma de convenios con diversos ayuntamientos para profesionalizar a las policías municipales. El discurso fue claro: se invertirá en capacitación con recursos del FASP, FOFIPS y estatales. Todo bajo el lema de “sin límites”. Ojalá esa promesa no se quede solo en papeles y eventos, y se traduzca en resultados palpables. Porque en seguridad, el discurso no basta, y la ciudadanía lo sabe.
Y hablando de obligaciones no cumplidas, el municipio de Villa de Reyes sigue jugando al escondite con la transparencia. No publicó sus egresos del primer trimestre, a pesar de que es una obligación legal. El presidente del Congreso, Cuauhtli Badillo, les recordó que las reglas son claras. Lo preocupante es que aún haya quien necesite que se lo digan. Más aún, lo que falta por saberse no es solo el monto, sino el destino real de los recursos públicos.
Desde el Instituto Mexicano del Seguro Social llegó una señal distinta: un llamado serio y responsable para detectar a tiempo la diabetes infantil. Una invitación a madres, padres y tutores a acudir a las unidades médicas. En tiempos donde el ruido político domina, se agradecen mensajes centrados en la salud y el bienestar.
Mientras tanto, el PAN celebró sus 85 años en San Luis Potosí. Hubo recuerdos, discursos sobre la democracia, y la memoria de Manuel González Hinojosa. Todo bien, salvo por un pequeño detalle: aún no tienen presidenta, y los pleitos legales internos no cesan. Dicen que están más unidos que nunca. Aunque para muchos, lo único claro es que la herencia azul sigue sin rumbo definido.
El agua volvió a estar en la agenda pública, como cada año. CONAGUA convocó a los municipios a trabajar “de manera coordinada”. Suena familiar, ¿no? Porque el problema no es nuevo, pero las soluciones siguen sin llegar. Ricardo Gallardo aprovechó para advertir —una vez más— sobre las empresas “patito” que hacen obras deficientes y se llevan el dinero. El mensaje es válido, aunque el público ya lo ha escuchado más de una vez. Tal vez ya es hora de pasar del señalamiento a la consecuencia.
Por su parte, el alcalde Enrique Galindo presentó 16 obras hídricas ante CONAGUA, con una inversión de 100 millones de pesos. Aclaró, con precisión quirúrgica, que no tienen nada que ver con INTERAPAS. Una declaración que, más que técnica, suena a deslinde político. La batalla por el agua, parece, no solo se libra bajo tierra.
Y en la arena política, Morena y el Partido Verde comienzan a mostrar diferencias. Mientras el Gobierno estatal ensaya el lema “Sin límites”, en Morena dejaron claro que no apoyarán a familiares en la carrera por la sucesión. La señal es clara: el reloj del rompimiento ya comenzó a correr. La primera pista podría estar en el Congreso, donde la alianza legislativa muestra signos de desgaste. Tiempo al tiempo, pero las piezas ya se están moviendo.
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